Esta es una diferenciación que sin ánimo de generalizarla ni darla a conocer estoy empezando a vislumbrar en este tema al que ultimamente me he aficcionado tanto, el de la modificacion de la apariencia del ordenador.
Personalmente no me gusta verle las tripas a un ordenador, por muy bien ataditos que estén los cables, salvo en contadas ocasiones como la de Orac2, en las que el interior de la máquina es puro arte.
Delante de mi novia negaré haber dicho esto, pero los cables son feos, y lo feo es mejor esconderlo. Por eso a mi me gusta hablar de ‘customizar’ (vale, ya se que no es de bien nacidos usar este tipo de palabros) mas que de hacer modding, por que lo que a mi me gusta es adaptar la apariencia externa del ordenador de tal manera que encaje o se confunda con el entorno en el que se encuentra y se haga invisible o decorativo (tan decorativo como pueda ser una television o un reproductor de dvd).
Eso es lo que hice con mi primer proyecto, convertir una fea caja beige de un PII 250 en un aparatoso, pero bien integrado centro de entretenimiento para mi salón. Y “solo” tuve que pintarlo de nuevo, cambiarle el frontal por uno hecho de DM y metacrilato y cambiarle unos leds.
Un día que me anime hago una guia de como lo hice… las fotos están, solo faltan las ganas.
Tambien estoy haciendo eso en mi lugar de asueto habitual, el despacho, donde mi ordenador, este con el que escribo, y mi servidor, están metidos dentro de una estantería LACK de IKEA y no se ven ni las cajas, por que no hay, ni los cables, por que bajan camuflados… bueno, no se verán cuando termine el proyecto 🙂
