Pues se acabó la Campus, no se si “por fin” o “que pronto”. El caso es que la valoración general es bastante positiva en mi caso.
Con la salvedad de los berreadores barbilampiños, la extraña forma en que mi caja ha sido ignorada para el concurso de modding y algún que otro neonazi con sobrepeso que campaba por los pabellones, lo he pasado bastante bien.
He conocido a Franzol de Hard-h2o, el organizador de la parte de Modding de la campus, así como a Ketchak, el fabricante artesanal de bloques que daba un par de charlas.
También he conocido a Antonio Arteaga de Stratos, la asociación de desarrolladores de videojuegos, su colaborador y músico de juegos David Font y Pablo Delgado, otro músico de gran talento y verbo fácil que está metido en el mundo de los juegos desde hace tiempo. Con ellos y con la gente de Exelweiss, Jose Vicente Pons y Daniel Garcia, coincidí en la mesa redonda con título “Mama, quiero hacer videojuegos”.
Gracias a Miguel Angel Expósito, de la organización, por presentarmelos 😉
Momentos memorables han sido la manifestación de la trompeta, que tuvo tela y que quien haya estado sabe de lo que hablo, el uniforme del primer día de las chicas de Ask Jeeves (kilotones de fotos de todos los chavalillos salidos pululan por la red) y también la “técnica de mantenimiento de higiene colectiva” que iba y venia constantemente en el turno de 2 a 10 en nuestro pasillo. Muy simpática y mona, Tere tenía locos a todos los de su zona.
Después de quitarme el peso de encima que supuso dar mi conferencia, que todo hay que decirlo, fue un poco aburrida por que el tema lo era y no había tiempo para amenizarlo con chascarrillos, me dediqué a cotillear con la herramienta que tocaba en esta campus, a ver que archivitos tenían los mozalbetes estos. Bueno, pues fue un no parar. Documentales científicos, capítulos de Redes, el programa de la 2, capítulos del Enano rojo, de los Fraguels, de Bricomanía, en fin, un montón de cosas que son imposibles de encontrar en la mula y que aquí tardaban escasamente 6 segundos en descargarse. Flipante.
Para terminar el espectáculo, al salir de valencia había un control “rutinario” de la guardia civil y me ha tocado parar. Después de darle los papeles, el número de la benemérita me ha pedido que le enseñase el contenido del maletero. JUAS :D. A ver como le explico yo al picoleto que eso que llevo en el maletero que parece una bomba atómica con nucleo de deuterio no es mas que un PentiumIV a 3.2Ghz.
Menos mal que los medios de comunicación hacen milagros y nada mas decirle que venía de la Campus party ha pasado de mi bomba nuclear y se ha puesto a hurgar en mi ropa sucia. Mira que son raros estos de verde.